Eduardo Salas Arce - SIEMBRA
Quiero ser, humildemente,
el corazón que abrigue a este mundoque alcance al pobre, a quien nadie quiere
el pan caliente de mi amistad.
Quiero ser, amorosamente,
el cariño que te pueda hacer sentir
que Dios está cercano, que vive a nuestro lado,
que hay amor para compartir.
TÚ ME HAS LLAMADO, CORAZÓN DE JESÚS,
PARA AMARME, PARA ENVIARME,
=PARA LLEGAR A DONDE POCOS QUIEREN,
Y ENCONTRARTE AHÍ, DONDE VIVES TU=.
Quiero ser, pacientemente,
la llama que te espera cada día,
que no se apaga con el viento del olvido,
que abriga nuestra amistad.
Quiero ser, urgentemente,
el corazón que de vida un pueblo nuevo,
de mirada esperanzada, de manos tendidas,
de la vida brotando por doquier.
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