domingo, 14 de septiembre de 2008

De Historias

Eduardo Salas A.

No me olvido, ni me engaño
cómo fue que amanecimos,
una patria dividida, un pueblo incomprendido,
unas gentes ninguneadas, y mujeres maltratadas.
La historia no me sirve
cuando calla, cuando oculta
es memoria la que vive
y alimenta nuestra vida.

No me olvido, es imposible
como explican la pobreza
que los pobres no trabajan, que la empresa es bendecida,
las promesas prometidas, las mentiras mentirosas.
La historia no me sirve
cuando miente, cuando mata
es memoria la que vive
y alimenta nuestra vida.

No me olvido, no se borra
cada rostro, cada nombre
la presencia, la ausencia,
cada desaparecido,
cómo en nombre del futuro
aniquilaron el cariño.
La historia no me sirve
cuando olvida a los humildes
es memoria la que vive
y alimenta nuestra vida.

No me olvido, patria, madre,
cuánto amaba, cuánto te amo,
con mi sangre roja y blanca, blanca y roja toda mi alma
si de niño te adoraba, enamorado por tu suerte.
La historia no me sirve
si es museo, si es nostalgia
es memoria la que vive

y alimenta nuestra vida.

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