jueves, 18 de septiembre de 2008

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Eduardo Salas A.

Escúchame Señor
mi voz te nombra, Padre
mi sangre te llama a tí
no hay verdades, hay silencios,
no hay amores, hay temores
necesito tus palabras,
escúchame, tu hijo soy.

Recíbeme Señor
cansado vengo, Padre
estoy débil, ya no espero
no hay caminos, hay promesas
no hay certezas, hay rivales
necesito de tu aliento
recíbeme, tu hijo soy.

Y brillare, y cantaré,
renaceré y volveré
a la vida y al calor,
a la historia y al amor
con mi pueblo volveré,
con mi padre viviré.

Ampárame Señor
soy un mundo que se acaba
es preciso que abras tus brazos
no hay amigos, hay extraños
no hay hermanos, hay fortunas
necesito tu cariño
ampárame, tu hijo soy.

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