sábado, 13 de septiembre de 2008

Santiago

Tradicional

Decía aquella canción: con nosotros van nuestros muertos
para que nadie quede atrás.
No queremos que nadie se nos pierda,
ni en la vida, ni en la memoria.
Por eso volvemos a nuestro Dios y a nuestra tierra
para abrazarla, para quererla, para amarla, para cuidarla.

Y renacidos del fuego y la esperanza volvemos a la vida,
volvemos a los que nos aman, con los que nos aman.
Volvemos al corazón de los hombres
para construir una tierra de justicia y paz,
donde brille la solidaridad, donde crezca la fraternidad.

«¡No tengas ningún miedo,
ni te tiemblen las manos!
¡Yavé, tu Dios, está en medio de ti!
El saltará de gozo al verte a ti
y te renovará su amor.
Por ti danzará y lanzará gritos de alegría como lo haces tú en el día de la Fiesta.»

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