Eduardo Salas
¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí!
sepan que Yavé me ha ungido.
Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes,
para sanar los corazones heridos,
para anunciar a los desterrados su liberación,
y a los presos su vuelta a la luz.
Para publicar un año feliz lleno de los favores de Yavé.
Salto de alegría delante de Yavé,
y mi alma se alegra en mi Dios,
pues él me puso ropas de salvación
y me abrigó con el chal de la justicia,
como el novio se coloca su corona,
o como la esposa se arregla con sus joyas.
Pues así como brotan de la tierra las semillas
o como aparecen las plantitas en el jardín,
así el Señor Yavé hará brotar la justicia y la alabanza
a la vista de todas las naciones.
Por la tierra en que habitamos
que su abrigo nos ofrece
por los cerros y los montes
que nos cuidan y protegen,
por el día el sol y el aire
que fecundan nuestra espera,
por la noche y las estrellas
que nos guían y nos guardan.
HUNDIMOS NUESTRAS MANOS
EN LA TIERRA AMERICANA,
PARA FLORECER LA VIDA
PARA COMPARTIR EL PAN.
Por los pueblos que aún esperan
la alegría de tu encuentro,
por los pobres que aún mantienen
la esperanza en el intento,
por aquellos que se unen
y hacen frente a la injusticia
por los hombres solidarios
con su tierra y con su gente.
sábado, 13 de septiembre de 2008
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