Eduardo Salas A.
Corazones que se funden,
esperanzas renovadas,
voluntades que se unen,
el amor que no desmaya.
Es el grito, es el sueño,
una mano extendida,
un abrazo, una caricia,
una tierra remozada.
Corazones que se funden,
el amor que no desmaya.
Una voz que se une al canto,
una espera que termina,
la noticia que reanima,
la verdad florecida.
La justicia que repara,
ese grito sin descanso,
el cansancio de los que aman,
solidaridad fecunda.
Una voz que se une al canto,
la verdad florecida.
QUE CANTEN LOS PUEBLOS, QUE VIVAN LA PAZ,
QUE DANZE ESTA TIERRA POR SU LIBERTAD.
QUE BRILLE MI PUEBLO, QUE BRILLE SU LUZ
A LOS HOMBRES Y MUJERES QUE NO QUIEREN CLAUDICAR.
QUE VENGA TU REINO, QUE VENGA SEÑOR,
A LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD.
QUE VENGA TU REINO, QUE VENGA SEÑOR,
LOS POBRES DE MI PUEBLO COMIENCEN A VIVIR.
domingo, 14 de septiembre de 2008
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