Ynés Franco O.
Entre los rostros del Dios sencillo
te revelaste para exigirnos
con corazón humano
ser portadores de la justicia
de la esperanza.
Y te posaste en nuestras vidas
para gestar mil amaneceres
con miradas limpias
con manos limpias, con mi cansancio
con la esperanza.
Cómo decirte que no
si me entregaste tanto,
como decirte quizás
si ya floreces con sudor en la frente,
cómo voltear la mirada
si emanas sol con la justicia.
Señor, mi Dios, corazón humilde,
estoy dispuesto a caminar
la tierra que es tu regalo
justicia erguida, mirada limpia
tu creación.
Señor, mi Dios corazón humano
me lleva, me envuelve tu espíritu,
descansaré en tu pecho
llegada la tarde, llegada la paz
y la justicia.
Te digo que sí
pues me entregaste tanto,
te digo que sí
porque floreces con sudor en la frente
te digo que sí
porque nos amas en la justicia.
jueves, 18 de septiembre de 2008
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