Jaime Montoya A.
Derrama, Señor, tu Espíritu
que anide en nuestros corazones
aliente nuestra oblación
para arrancar en este mundo las cadenas.
Que el fuego de tu poder
nos impulse a proclamar tu palabra,
obreros forjando dignidad,
misioneros de tu caridad.
Vicentinos de hoy,
promotores de igualdad,
humildes servidores de los pobres.
Vicentinos de hoy
seguidores de Jesús,
anunciando a tu pueblo, libertad.
Haznos, Señor, profetas,
y a tu pueblo gritaremos tus promesas,
que sacie a los pobres de pan,
de esperanza, de amor y salvación.
Podamos tu amor reflejar,
tu cariño y toda tu ternura,
que anime a tu pueblo a seguir
construyendo justicia y caridad.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
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