Gilmer Torres
Te ofrecemos este nuevo día,
y el deseo inmenso de vivir,
acéptalo, Señor, nuestra vida está
puesta en nuestras manos,
esperándote,
esperando tu vuelta, Señor.
Acepta, Señor, nuestro trabajo,
y esta lucha diaria por vivir;
y el fruto de la tierra,
que brota con amor,
y este pan que, ahora,
nos va a alimentar;
este pan que muchos no tendrán.
Para algunos los días sólo pasan,
para muchos estos días pesan,
bregar de sol a sol,
tragando su sudor,
pobre rey del mundo,
corona de sal;
acepta, Señor, nuestro dolor.
Te ofrecemos nuestras esperanzas,
por lograr un mundo donde estar,
los pobres se levantan,
tu pueblo en marcha está.
Nadie se acomode,
el Señor vendrá;
acepta nuestro riesgo de vivir.
viernes, 12 de septiembre de 2008
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